Mensaje del Director Ejecutivo

LA LEY FEDERAL RELATIVA A TIERRAS DE INDÍGENAS Y NATIVOS DE ALASKA ha sido durante mucho tiempo inviable y muy injusta por los estándares de justicia americanos. Estamos trabajando con naciones indígenas y las naciones nativas de Alaska en nuestro Proyecto sobre Ley de Tierras Nativas para mostrar cómo sería un marco justo de la ley. Por ejemplo, a menudo es dicho incorrectamente que la "doctrina del descubrimiento" dio propiedad de toda la tierra en este país, en particular de todas las tierras indígenas, a la nación europea que "descubrió" el área. La injusticia de este concepto es evidente, y esta "doctrina" nunca, de hecho, ha sido ley. Sin embargo, los tribunales y los funcionarios del gobierno habitualmente aplican esta errónea e injusta regla.

Otro ejemplo es la sentencia de la Corte Suprema según la cual el gobierno federal puede tomar tierras indígenas sin compensación ni con un debido proceso legal. Con frecuencia, el Congreso trata a la propiedad indígena mediante la promulgación de leyes que estarían prohibidas por la Constitución de EE.UU. si éstas afectaran a la propiedad de otra persona. Este marco jurídico no sólo es inconsistente con nuestra Constitución y con las normas de derechos humanos en todo el mundo, sino también arroja consecuencias terribles para las naciones indígenas y las tribus nativas de Alaska.

Los líderes indígenas han luchado por generaciones para corregir los enormes problemas creados por estas normas jurídicas injustas. Este marco legal ha hecho que sea prácticamente imposible para los pueblos indígenas de este país corregir las injusticias sociales y económicas que sufren. Este marco jurídico, más que cualquier otro factor, es responsable de la pobreza de larga data, la marginación política, y los males sociales que son tan comunes en las regiones nativas. Es necesario cambiar, aclarar y mejorar las leyes que afectan a las tierras y los recursos indígenas para que las naciones indígenas puedan ganar el control efectivo de sus tierras y mejorar así su bienestar económico y social.

Los propietarios nativos en sí mismos considerados, las tribus y naciones indígenas, y los individuos indígenas con derechos de propiedad sobre las tierras y los recursos, deben ser quienes tomen la decisión de  cambiar el marco legal. Esperamos poder ayudar a las naciones indígenas y las tribus nativas de Alaska para conseguir un cambio en la ley.

En el marco de la mejora de la ley sobre tierras indígenas estamos usando la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Después de unos 30 años de trabajo para lograr la aprobación de la Declaración, es maravilloso ver que la Declaración está siendo aceptada y aplicada por millones de pueblos indígenas en países de todo el mundo. Es enormemente gratificante que la Declaración está siendo utilizada por los pueblos indígenas en todos los rincones del mundo para mejorar sus vidas.

Agradezco una vez más a nuestros buenos amigos y generosos seguidores. Fundaciones como la Fundación Lannan, la Fundación Tenencia Indígena de Tierra, la Fundación Ford, la Fundación Libra, la Fundación Oak, la Fundación Fanwood y muchas otras son amigas leales y generosas donantes a nuestro trabajo. Naciones indígenas también contribuyen en gran medida a nuestro trabajo, este es el caso de la Nación Onondaga y la Banda Tonawanda de Indios Séneca. Tenemos muchos colaboradores leales, y mucha gente nos ayuda, aportando su tiempo y capacidad profesional a nuestro trabajo. Estamos muy agradecidos por la sabiduría y los consejos invaluables que el dinero no puede comprar. Nosotros nunca encontramos maneras suficientes para dar gracias a todas estas personas que están contribuyendo a la lucha por los derechos humanos de los pueblos indígenas.

Necesitamos su continuo apoyo especialmente durante estos tiempos económicos difíciles, para que podamos ganar más victorias y mantener en alto nuestro trabajo por la justicia.

Megwetch,
Robert “Tim” Coulter